Y si…no hay ninguna duda, de que todo cambia…Como dice la popular canción inmortalizada por la gran Mercedes Sosa, «cambia lo superficial, también cambia lo profundo, cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo»…
Es así como llegamos al proyecto de un hotel categoría boutique, oficinas y locales comerciales que cobraran vida desde un tradicional convento de monjas ubicado en la calle Gurruchaga entre Castillo y Jufré, en cercanías de la Iglesia San José y el colegio del mismo nombre.
Dejo de funcionar hace siete años aproximadamente, ante la disminución de vocaciones, y la edad avanzada de quienes ya no se encuentran en condiciones para misionar, etc. Las poquísimas religiosas que quedaban fueron trasladadas a distintos establecimientos del interior y el Gran Buenos Aires.
El edificio deshabitado, intrusado en varias oportunidades, hizo que cuando surgió la propuesta no se dudara en aceptarla. Una empresa desarrolladora lo alquiló por diez años con la alternativa de renovar por diez más.
Construído en 1945, estilo neoclásico, se caracteriza por su arquitectura, doble altura, aberturas de madera, patios, y la arboleda, etc. Por ser un inmueble protegido las fachadas no seran modificadas.
La nueva propuesta hotelera contará con 22 apartamentos, se llamará Casa San José y será inaugurado en julio próximo.
La idea es que el patio se transforme en un espacio común, lejos del bullicio, ideal para un encuentro, comer o tomar algo.
Una inciativa, que en general, cayo bien en el vecindario. Sobre todo los comerciantes esperan que el mayor movimiento de gente, traiga el ansiado aumento en las ventas.
En tanto, en Villa Devoto, el ex convento Nuestra Señora de la Misericordia también encontrará un destino diferente, y tendra que ver con la hotelería, departamentos, viviendas, etc. La obra demandará alrededor de treinta meses para su realización.