Dramaturgo
“El teatro no es un templo, es un taller”
Nacido en la ciudad de La Plata el 20 de junio de 1889 Arístides Gandolfi Herrero (Álvaro Yunque), ya en la ciudad de Buenos Aires vivió en la calle Estados Unidos al 1800 en el barrio de San Cristóbal.
Fue historiador, cuentista, periodista, ensayista, poeta pero también, y ese es el objeto de estas líneas: dramaturgo.
Publicó 30 libros de cuentos, entre los que se destaca Barcos de papel, Premio Municipal del año 1925, que Román Viñoly Barreto llevaría a la pantalla grande en 1963 con la actuación del niño actor español Pablito Calvo, Alberto Olmedo, Nelly Laynez, Enzo Viena, Alita Roman, Ubaldo Martinez y la talentosa actriz Mariángeles (María Ibarreta).
También publicó Gorriones de Buenos Aires, Jauja,
Ta-Te-ti, Niños de hoy, Los que aman se aman, El amor sigue siendo niño, Juventud, Bichofeo y Poncho.
Trabajó en guiones como en el de la película La intrusa (1939) de Julio Saraceni.
Entre sus 12 libros de poemas publicados de destaca Versos de la calle.
Como periodista escribió en el diario anarquista “La Protesta”, y en el suplemento literario del periódico socialista “La Vanguardia”, entre otros. Dirigió la revista las Campana de Palo, y Rumbo.
Colaboró en las publicaciones de Claridad,
“Los Pensadores”, “Nosotros”, “Crítica”, “ Nación”, “Caras y Caretas”,”La Prensa” y en periódicos de La Plata y Rosario: también colaboro en diarios de Montevideo.
Dirigió el semanario “El patriota”, labor por la que sufrió cárcel y exilio durante el gobierno de facto de Edelmiro J. Farrel.
En sintonía con su fuerte sentido social integró el mítico Grupo de Boedo.
Sus ensayos fueron lúcidos trabajos de investigación podríamos citar Breve historia de los Argentinos, Síntesis histórica de la literatura argentina y Alem, entre tantos otros.
En el año 1964 la Academia Porteña del Lunfardo lo nombró Académico de Número.
Recibió el Premio Aníbal Ponce, y el Gran Premio de Honor de la S.A.D.E.
De esta parte de su obra ya se han ocupado con mejor pluma que yo mis compañeros de “Nuevo Ciclo”. Mi objetivo es ocuparme brevemente de su producción dramática.
Escribió 14 obras de teatro para adultos y 12 para niños.
Comenzó en 1924 con Obreros en lucha, luego estrenó Sonreír en el Teatro Smart con la compañía de Olga Casares Pearson-Ángel Walk (que era el nombre artístico de su hermano Ángel Gandolfi Herrero.
En 1931 participó como integrante de la Agrupación Artística Teatro del Pueblo en sus presentaciones en Villa Devoto con su obra Comedieta burguesa.
Publicó en 1936 en la Revista del Teatro del Pueblo, sus obras Miguel Cantó (Un acto de teatro militante) y Somos hermanos.
Con influencias de la prédica de los socialistas Jean Jaurés, Piscater y Carlos Marx participa del Grupo de Teatro Proletario entre 1932 y 1935.
Es asesor literario del Teatro la Máscara en 1939: él es el autor del lema “El teatro no es un templo, es un taller”.
Estrenó en 1952 las obras Dos humoristas y ella, 13313 y Un diamante en el apéndice (esta con dirección de Ricardo Passano, estrenada en el Teatro Marconi con gran éxito, inspirada en un hecho policial de 1928).
En 1956 estrenó El hijo de la Paula y al año siguiente su conocida Violín y violón y Náufragos.
Son temas constantes en su dramaturgia el egoísmo, la codicia y el desamparo social.
Fue prohibido por la última dictadura militar en 1977.
Murió en la ciudad de Tandil el 8 de enero de 1982 dejando su invalorable obra y un certero auto-epitafio:
“Amén… Aquí se olviden las quemadas cenizas de un hombre que amó al HOMBRE, y nunca odió a los hombres, aunque parezcan puños sus palabras escritas”.
ALBERTO DI NARDO