“¿Qué le voy a dejar a mi beba al policía para poder ir al supermercado?”, se preguntó un padre al que no le permitieron ingresar a comprar comida por estar con su hija en brazos. No tenía con quién dejarla. Casos en Caballito y Villa Ortúzar.
Hubo casos en distintos barrios porteños, como Caballito y Villa Ortúzar. Les pasó tanto a mamás como a papás que intentaron ingresar a supermercados para comprar alimentos –algo básico permitido en el marco del aislamiento obligatorio- pero les fue impedido el ingreso por estar con sus hijos o hijas pequeños en brazos o en cochecito. El argumento del personal de las distintas tiendas fue que son población de riesgo, pero no hay normativas claras sobre cómo proceder en esos casos. Y ante una situación atípica que genera nuevos interrogantes a cada paso, surgió la polémica por quienes crían solas o solos a bebés durante la cuarentena: ¿cómo hacen para abastecerse si no los dejan hacer las compras?
Uno de los casos lo protagonizó Agustín García, un médico oncólogo, en el barrio de Caballito. El episodio fue revelado por Infobae y dejó al descubierto los vacíos legales que existen en la reglamentación del funcionamiento de comercios durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
García sufrió dos veces la prohibición de ingresar a comprar alimentos con su beba. Primero le pasó en una cadena de supermercados, donde un guardia le negó el ingreso y tras una discusión logró entrar. Luego, le ocurrió en una sede del supermercado Día, en Olaya y Ángel Gallardo. Allí directamente le prohibieron el ingreso.
El médico explicó que su esposa –también profesional de la salud- estaba atendiendo pacientes, por lo que él no tenía con quién dejar a la beba y necesitaba comprar comida. “Esperamos para poder entrar. Cuando salió una persona avancé hacia la puerta y en ese momento uno de los empleados me dijo que no podía pasar, que los chicos eran población de riesgo -contó a Infobae-. Es el negocio al que voy habitualmente. No había personal de seguridad, sino los empleados que están ahí. Y me dijeron directamente que no podía entrar con la beba. Que la dejara. La gente se puso encima a decir que me tenía que ir. Justo había un oficial de la Policía de la Ciudad y se generó un griterío. El oficial empezó a modular como reportando lo que estaba pasando”.
“No me quería poner a discutir así que me fui. Pero estaba tan enojado que llamé al 911 para reportar lo que había sucedido. En esa línea me dijeron que mandaban un patrullero. Yo no quería un patrullero. ¿Qué le voy a dejar a mi beba al policía para poder ir al supermercado? Quería denunciar lo que había pasado y saber con qué justificativo estaban tomado una decisión así”, afirmó.
Después, García decidió llamar al Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo. Allí aseguró lo que le había pasado en los dos supermercados. Preguntó cómo debía proceder, pero allí le dijeron que iban a comunicarse con los comercios para plantear la situación. Y que si quería radicar una denuncia formal podía hacerla en el 0800 y luego ratificarla con su DNI cuando finalice la cuarentena obligatoria. “No todo está previsto”, le explicaron.
“No hay ninguna disposición para dejarme afuera del comercio y obligarme a no entrar con mi beba. La verdad es que no tenía con quien dejar a mi hija. Fue un momento horrible, griterío encima de la gente contra una bebe de dos años. Me parece discriminatorio, fuera de sentido común. Además hay muchas personas que están solos con sus hijos. ¿Qué hacen?”, afirmó a Infobae.
En Villa Ortúzar se registró otro caso: una mamá no pudo entrar con su beba en cochecito a un supermercado del barrio. El personal le dijo que volviera al día siguiente a las siete de la mañana, horario designado para grupos de riesgo. Sin embargo, hasta ahora el horario de 7.30 a 8.30 estaba asignado a personas mayores de 65 años, no específicamente con bebés. Ante las nuevas inquietudes, deberán repensarse nuevas medidas.
