El Ministerio de Educación de Neuquén intervino en el caso de la escuela Sagrado Corazón después de que la maestra de tercer grado obligó a sus alumnos a bajarse los pantalones uno por uno para descubrir quién se había hecho caca. Se inició una investigación pero todavía no se ordenaron sanciones.
Los papás de dos alumnos presentaron formalmente denuncias ante el Ministerio, puntualizó esta mañana en TN Viviana Buamscha, Coordinadora de Planeamiento y Trayectorias Escolares de la provincia. A raíz de esto, la funcionaria sostuvo que se hizo una intervención urgente en la escuela y que los supervisores están trabajando dentro del establecimiento.
Aún así, afirmó que no se ordenó todavía «separar de sus cargos a los docentes» por lo que tanto la maestra del grado como la auxiliar que llevó a los chicos al baño para revisarlos, volvieron esta mañana a trabajar. Los que no volvieron, fueron algunos de sus alumnos.
«Muchos padres decidieron no mandar a los chicos hasta que se aclare la situación», admitió Buamscha. «Vamos a escuchar a los niños, a los papás y a los docentes», señaló y explicó además que el informe que resulte de la supervisión será analizado durante el día de hoy en la sesión del cuerpo colegiado para evaluar posibles sanciones.
La polémica
El hecho ocurrió el lunes cuando la maestra sintió feo olor en el aula y, junto a la portera, decidieron averiguar de dónde venía. Es así que llevaron a los chicos hasta el baño y verificaron con sus propios ojos quién se había hecho caca encima. Las familias se enteraron de la situación a través de un mail que recibieron de la escuela.
«Como después de interrogar a todo el grupo, ninguno reveló la necesidad de hacer caca, les solicitamos en el baño que bajen sus pantalones para poder observar sus piernas y detectar quién estaba sucio”, informó el colegio en un comunicado.
En otra parte del correo, la institución les pidió a los padres que «hablen en su casa de la importancia de ir al baño para evitar este tipo de accidentes».