Con una amplia trayectoria deportiva en Boedo, el carisma de Locane traspasa las fronteras del barrio. En un momento donde se instala el debate sobre la crisis de trasparencia y profesionalismo en el fútbol, Locane brinda una nota imperdible y emocionante sobre lo que es amar el fútbol y elegirlo como modo de vida en un barrio donde el fútbol tiene peso propio.
Por MM
Boedo es uno de los barrios más futboleros de la Ciudad de Buenos Aires. Pensar Boedo sin sus fanáticos, clubes, canchas o murales alusivos es no imaginarlo realmente.
En un momento donde los entrenadores de clubes son muy cuestionados y donde la crisis de confianza y credibilidad azota el deporte, Lacone reflexiona sobre la esencia del deporte, la importancia del fútbol en los niños, y los vaivenes de la profesión.
Nacido y criado en el barrio de Boedo, fanático del Club de San Lorenzo de Almagro, el actual creador y coordinador de la Institución deportiva Nueva Generación argumenta “más allá de los resultados lo prioritario es el deporte”.
Autor de uno de los libros del fútbol más vendido en su momento ¨La infancia hecha pelota¨ donde recrea las situaciones futbolísticas mas especiales junto a otros autores como Carlos Benítez y Sandra Commiso, Lacone no vive el reconocimiento como un atributo sino desde la humildad de sentirse un hombre común con las posibilidades de vivir de lo que ama.
Con una sonrisa cálida y una voz que delata sus cualidades de entrenador deportivo, Lacone es el preferido de todos. Carisma, compromiso con la profesión, seriedad y amor al futbol son los caracteres que lo definen y lo hacen inolvidable.
Comenzó a los 15 años como ayudante del profesor Carlos Lara en el Club Boedo Juniors (ahora llamado Buenos Aires Sur) en el año 86.
La pasión por el fútbol lo llevó a elegir la Carrera de periodismo deportivo en sus primeros años, pero no estaría ahí el futuro de Lacone. Abandonó el periodismo a un año de haber comenzado la Carrera y se decidió por el Profesorado en Educación Física, motivado por la vocación.
Entre los años 86 y 95 estuvo en Boedo Junior y desde el 98 es coordinador y co- fundador de la entidad deportiva Nueva Generación. Con solo 46 años Lacone supo construir una figura representativa del deporte en el barrio, se gano el reconocimiento de las familias del barrio por su profesionalismo y el cariño de niños y jóvenes que fueron entrenados por el mismo.
La Humildad de Marcelo contrasta con el orgullo que siente por la profesión que eligió. “A los que recién comienzan siempre les digo, con esta profesión no te vas a llenar de dinero pero te vas a divertir hasta el último día que la ejerzas” argumentó.
En dialogo con NuevoCiclo, Lacone expreso su experiencia actual con el fútbol, relató sus vivencias más fuertes en sus años de ejercicio, reflexionó sobre Boedo y no dejó al azar ningún detalle en una entrevista imperdible que refleja las verdades más emocionante de la profesión.
-Una trayectoria importante marcada por el deporte exclusivamente en Boedo Marcelo…
-(risas) Boedo es mi vida. Acá esta la construcción de todo para mí. Al principio forme dos escuelas de handball (futbol femenino) y una escuelita especialmente de futbol infantil. Eso comenzó a cambiar la idea de futbol como algo netamente de hombres para integrar a las familias al Club. Siempre intente que el juego no tenga solo como fin e resultado deportivo, sino el gozo por poder jugarlo.
-¿Como sería eso? El resultado es importante…
-El resultado deportivo anula otras cosas que tiene el deporte. Anula las posibilidades de ver que detrás hay un ser humano, un proceso de laburo…y los niños son muy susceptibles a esto. El resultado es importante pero sobre esta importancia están los niños, el disfrute del juego, el momento.
-¿Como es tu relación con el barrio? Digo, si tenemos en cuenta el barrio tiene sus exigencias en cuanto al fútbol…
(piensa un rato) Para que te hagas una idea yo nací en Boedo y viví hasta los 37 años. Hoy tengo 46.Imaginate.Mi vida, mi historia esta acá. Lo mío es todo Boedo, desde mi pasión por el fútbol, hasta mi familia, mis momentos de la infancia, la gente, los vecinos, el calor humano…todo en mi vida está en Boedo…Todo.
-Futbol infantil…es complicado tu trabajo si tenemos en cuenta que no atraviesa su mejor momento en materia de credibilidad…Escándalos de por medio, inmoralidad, muchos factores que complicaron el panorama
-Puede ser. Hoy en día muchos clubes tienen profesionalizado el trabajo con los nenes, que por un lado esta bueno. Eso hace que los Clubes tengan gente idónea y no solo aficionados desconocidos que tocan lo indebido. Yo estoy a favor de la profesionalización en el deporte. Uno tiene que capacitarse y estar muy equilibrado y preparado para trabajar con los chicos .Esto de la profesionalización a veces también tiene su lado oscuro porque hace que los entrenadores caigan en un negociado y terminan viendo a los nenes en un adulto en miniatura y se olviden que son chicos. Hay niños que están siendo exigidos y con un trabajo no acorde a la edad que tienen, no solo física sino que también psíquica.
-¿Que le dirías a los jóvenes entrenadores que recién se inician o que pretenden seguís tus pasos?
Siempre les digo lo mismo ¨De plata no te vas a llenar nunca pero te vas a divertir toda tu vida hasta que te jubiles¨ (risas) Esta es una profesión donde se trabaja con el cuerpo, con la alegría con la emoción es estar todo el tiempo aprendiendo del que esta enfrente incluso de tu rival.
¿Cómo vivís el reconocimiento de los vecinos, de las familias que integran el barrio y el club?
-(sonríe) Que te puedo decir, me encanta. Hace poco fui a Boedo Junios y me encontré con ex jugadores que hoy llevan a sus hijos ahí y eso me emociona un montón. Más allá de que vivo en Ciudad Evita, mi vida está en Boedo, mi corazón está en éste barrio. Siempre digo lo mismo, mi cama esta en Ciudad Evita, mi casa en Boedo.