Nació un 17 de julio de 1932 en Flores Sur. Vivió casi toda su vida en Villa Lugano. En 1961 se casó con María Carmela Agatti y allí se instalaron, donde nacieron sus hijos Claudia y Sergio.
Desde muy chico aprendió su oficio de letrista y a la vez el fileteado, tuvo como maestros a Carlos Carboni y a León Untroib.
Su arte se vio reflejado por años en carros, camiones, colectivos, y luego fue incorporando su maestría en distintos locales: el Café Tortoni, el restaurante Plaza Mayor, y su vecino Campo Dei Fiori, etc.
En nuestro barrio trabajó en la restauración de la Esquina Homero Manzi, dejando un legado imposible de olvidar.
Realizó también en nuestro barrio más de 50 placas recordando músicos, escritores, lugares desaparecidos, con los que fue engalanando el frente de muchos locales.
Expuso en innumerables muestras individuales y colectivas.
En 1973 recibió la “Orden del Tornillo” de manos de Benito Quinquela Martín, la “Orden del Plata” en 1982 del Ateneo Cultural de San Justo, en 1995 la “Orden del Porteño” de la Asociación Gardeliana, en 2007 fue investido como “Caballero de la Orden del Lengue”, en 2015 recibió la “Orden del Pincel” entregada por la Asociación de Fileteadores.
En 2005 la Dirección General de Patrimonio de la ciudad le entregó el Diploma de Artífice del Patrimonio y en el año 2008 el de Patrimonio Viviente de la UNESCO.
En 2011 la Legislatura de la Ciudad lo nombró “Personalidad Destacada de la Cultura”, en 2016 la Academia Porteña del Lunfardo lo eligió “Académico Honoris Causa” y en el 2019 la Academia Nacional del Tango le hizo entrega del “Gobbi de Oro”.
Hace unos 10 años se habían mudado a Parque Patricios, donde Luis daba clases en el Foro de la Memoria, desde hacía 20 años, formando nuevos fileteadores y dejando en ellos toda su sapiencia y habilidad.
Hoy 2 de septiembre de 2020, nos dejó con el dolor de no contar con su presencia física, pero quedaron sus hermosos trabajos en nuestro barrio, que nos lo recordará todos los días.
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