El Barrio de Boedo se convirtió en noticia cuando trascendió que desde una de sus canchas se conformaba un grupo representativo de la LGBT. Historia de un amor al deporte que trasciende las elecciones sexuales y un barrio capaz de albergar esta pasión sin perjuicios.
Por M.M
Debajo de la Autopista del barrio de Boedo, sobre Quintino Bucayuva al 1241 yace una de las canchas de fútbol que se volvió vitral en las últimas semanas.
El caso no tiene que ver con sus entrenadores ni la amplitud de su cancha sino con la conformación de un equipo de fútbol para personas con orientación sexual diferente. Sin embargo que el equipo se conformara en dicha cancha tuvo relevancia.
Si bien la conformación del equipo comenzó en julio de 2010 con el objetivo de generar un espacio deportivo más abierto y desprejuiciado, tuvo relevancia éste año con la amplitud de sus integrantes y la organización del equipo en un barrio netamente futbolero como Boedo.
El mito de que el fútbol sea un deporte masculino quedó anulado con la nueva conformación de un concepto de fútbol como deporte integral donde la orientación sexual no sea un requisito excluyente socialmente.
“El objetivo inicial fue crear un espacio de recreación libre de discriminación y la idea gusto. Son muchos los jóvenes que hoy se acercan y eso hace da la pauta que socialmente se están venciendo mucho prejuicios para dar lugar a una nueva conciencia deportiva” manifestó Ariel Velázquez, actual presidente de Gay Apasionados y responsable de llevar adelante este nuevo concepto futbolístico.
En dialogo con NuevoCiclo, Velásquez relato cómo surgió la idea, los avatares del tiempo y su logros realizados a nivel Social en estos 8 años de trabajo y pasión por el fútbol.
-Ariel creo que ambos coincidimos que la formación de un equipo de fútbol que identifique a la LGBT es un avance social interesante sobre todo porque el fútbol está muy asociado a la masculinidad… ¿Cóntame como surgió esta propuesta?
–El grupo nació el 17 de julio de 2010.Surgió como idea de generar un espacio recreativo libre de tabú e ideologías sexuales. Al principio los encuentros eran solo 1 vez por semana pero después se fueron sumando cada vez más chicos, amigos de amigos, hermanos, familiares vecinos etc. Eso nos obligó a agregar más días y horarios más flexibles. Llegó un momento que vimos que el grupo estaba muy crecido y necesitábamos nuevas exigencias así que armamos torneos y competencias para abastecer esas necesidades y generar contención y no aburrimiento.
-Si tenemos en cuenta Boedo es un barrio que se caracteriza por ser uno de los mas futboleros de la Ciudad de Buenos Aires. Hay un gran sentido de pertenencia entre el barrio y el fútbol que se retroalimenta. Que se conforme un grupo que desmitifique el concepto de masculinidad y fútbol en sus límites es una gran noticia. ¿Cómo viven ustedes la cercanía con el barrio?
-Cuando comenzamos hace 8 años lo hicimos en el barrio de San Telmo. Allí todo era silencioso y no teníamos la repercusión que buscábamos. Tuvimos que irnos de ahí porque el grupo estaba crecido y no podían ofrecernos el alquiler del lugar por más días como nosotros precisábamos. Pensamos que Boedo era una opción porque está lleno de canchas de buen nivel y por la repercusión que esto acarrearía teniendo en cuenta la relación cercan del barrio con el fútbol. Hace 3 años que estamos en el barrio, nos sentimos muy cómodos por la accesibilidad que tiene Boedo. Esto hace que chicos de la zona sur puedan acercarse sin problemas.
-¿Cómo reaccionan las familias de los chicos ante esta nueva versión del fútbol?
-Muy bien. De hecho se formo un equipo muy familiar más allá de la camarería. Muchos chicos traen a sus familiares y desde la tribuna los alienta sus hermanos, primos, padres etc. Incluso hay uno de los chicos que trajo a su papá como entrenador. El ámbito diverso que generamos es lo que más nos motiva, porque se está logrando que el futbol sea entendido como deporte y no como representación de una condición sexual.
Ariel es joven e idealista. Sincerado manifestó que si bien comenzaron siendo un equipo de futboleros gay, hoy intentan ser más abarcativos e integran a heterosexuales también en sus equipos. “Se trata de que la elección sexual quede en un segundo plano y de generar una conciencia diferente en cuanto al fútbol”, argumento.
Velázquez destacó que si bien se popularizó el equipo por la diversidad sexual que propone-concepto que socialmente no enlazaba con el futbol-la idea no es que sea un equipo solo de gay sino un ejemplo de tolerancia y respeto hacia la orientación sexual de cada uno.
“Necesitamos que todas las orientaciones sexuales estén representadas en nuestro equipo. Queremos mostrar que es posible la práctica deportiva sin condicionamiento sexual” sentenció.