El deseo del arquero de la Reserva de River antes del Súper: “Me gustaría hablar con Armani…”

Es un partido especial, el más esperado del año. En cualquier categoría, un River–Boca tiene un atractivo único y al superclásico de Reserva de este jueves por la tarde en el Camp se le agrega un condimento extra por la presencia desde el arranque de Franco Mastantuono, la nueva joyita de Núñez, acompañado por Ruberto y Subiabre. Adelante, el equipo del Pichi Escudero contará material de Primera, pero en el fondo también habrá una presencia fundamental con Santiago Beltrán bajo los tres palos.

Su arranque de 2024 es soñado. Por decisión de Martín Demichelis, el zurdo de 1,89 metro viajó a Orlando a realizar su primera pretemporada con el plantel profesional, se puso los lentes especiales (elemento de neurociencia) y más allá de volar de palo a palo ante los disparos de las grandes figuras del plantel, aprovechó cada segundo para aprender todo de un campeón del mundo como Franco Armani.

“Es un gran ejemplo a seguir, gran profesional, gran líder en el vestuario y gran capitán. Tengo la suerte de tratar con él, de entrenar y me ayudó a crecer un montón”, expresó Beltrán (no tiene ningún parentesco con Lucas), quien en medio de los agradecimientos no se olvidó de Ezequiel Centurión y Lucas Lavagnino, los otros arqueros con los que comparte el día a día en Ezeiza.

El Dibu Martínez ya se instauró como un ejemplo a seguir para los que se ponen los guantes. A Barovero lo admiró durante su infancia y a Manuel Neuer lo mira por su estilo y la forma de arriesgar en cada intervención. Sin embargo, el Pulpo es su espejo más importante y dejó su deseo a horas del arranque del encuentro frente a Boca. “No tuve la suerte de hablar con Franco todavía, pero sé que lo voy a ver en el predio y me gustaría”, confesó en una conferencia organizada por la LPF.

Hace dos años, después de jugar torneos amateurs en el club Pueyrredón y ser delantero hasta los 12, se fue a probar a Núñez en edad de Quinta y después de dos semanas se enteró que había quedado. Su crecimiento fue veloz y hoy, a seis meses de llegar a las dos décadas de vida, se ilusiona con el superclásico de Reserva, pide “disfrutarlo con la responsabilidad que merece esta clase de encuentros” y sabe que es “una prueba para ver si estamos preparados para cuando nos toque en Primera”.

Además, sobre su experiencia con el plantel profesional, puntualizó en dos detalles clave. “El aspecto físico es importante. En los centros saltan para querer ganarte y tenés que intentar hacerte fuerte para quedarte con la pelota. Pero también me dio un montón de recursos en cuanto a lo táctico, entender las salidas, las presiones y los centros. Intento aplicarlo todo y fluir porque el que atajo soy yo”, agregó el #1, que terminó el secundario en el colegio de El Salvador y estudia economía en la UBA.

Como alguna vez dijo en el sitio oficial del club, “River me cambió la vida”. El superclásico de Reserva será otro momento inolvidable en esta etapa de formación y crecimiento, en la que demuestra una gran madurez: “Es un partido especial en el aspecto mental y psicológico, pero la confianza del grupo te ayuda a estar tranquilo. La unión nos da la confianza para salir a demostrar”, cerró SB, a la espera de la charla con Armani para intentar convertirse en un mini Pulpo frente a Boca.