Se trata de tres emprendedores porteños que desarrollaron una startup que ayuda a los locales gastronómicos a vender el excedente de alimentos que tienen a diario. Un negocio que no existía en la Argentina.
En la Argentina se tiran por año 16 millones de toneladas de comida en buen estado. Esto genera la misma cantidad de gases de efecto invernadero que todos los autos de la Ciudad de Buenos Aires. Además, los desperdicios anuales alcanzan como para alimentar a 3,5 millones de personas. En el caso de Latinoamérica, el desperdicio es de 127 millones de toneladas. Con estos datos en mente, tres jóvenes emprendedores se unieron con un propósito: disminuir el excedente de alimentos que se descarta en los restaurantes a diario.
Santiago López Silveyra, Federico Broggi y Santiago Guglielmetti, tres jóvenes amigos pusieron manos a la obra y fundaron Winim. Su inversión inicial fue de US$100.000, que utilizaron para el desarrollo de la startup que ayuda a los locales gastronómicos a vender el excedente de comida diaria. Es por medio de una aplicación de un teléfono celular que funciona como un market place, una plataforma de comercio online, donde los locales y empresas alimenticias adheridas pueden revender los productos que les sobran en el día o que tienen en sobre stock.
La pusieron en práctica en el año 2019 donde salvaron 6.000 productos, ya en 2020 se multiplicó por 10 el número, logrando vender 60.000 comidas; y en 2021 se elevó a 150.000. Son 20.000 platos por mes, aproximadamente. Desde enero de 2020 registran más de 200.000 kilos de comida salvada. Es el equivalente a 500.000 kilos de CO2, lo mismo que emite un avión que da 50 veces la vuelta al mundo.
Los tres amigos estaban terminando de cursar una maestría cuando en pensaban en desarrollar un proyecto de impacto positivo para la sociedad. En 2019 surge la idea, según cuenta López Silveyra, licenciado en Economía Empresarial: “con mis socios queríamos hacer algo para generar un cambio, no solo ambiental, sino también en las personas. Veíamos que en Europa este modelo de negocio es una tendencia desde hace tiempo, pero en la Argentina todavía no estaba desarrollado. Cuando terminamos la maestría, dejamos nuestros trabajos en empresas multinacionales para dedicarnos de lleno a emprender”.
De esta forma relata que el negocio funciona como un modelo de triple impacto. Los comercios y empresas asociadas a la aplicación generan un ingreso extra con lo que antes era pérdida. Los usuarios consiguen productos de muy buena calidad con descuentos de entre el 50 y 60 por ciento. Como resultado, se evita el desperdicio de alimento.
Además, agrega Silveyra, en relación con los productos que vente “somos un market place donde la gente no solo consigue comida a bajo costo; también está aportando a una causa mayor, colaborando con la reducción del impacto ambiental”.
La aplicación funciona únicamente en la Ciudad de Buenos Aires en formato de delivery y take away, y abarcan desde restaurantes y pequeños comercios hasta empresas productoras de alimentos. Cuentan con 600 restaurantes inscriptos, entre 350 y 400 activos, y 8000 usuarios que utilizan la app todos los meses. Adherirse no tiene costo, pero se cobra comisión por plato vendido.
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