El gobierno porteño argumenta “estar dando cumplimiento” a una Resolución nacional de 2011. De esta manera recorta el presupuesto educativo en este sector.
Cada año, con un presupuesto educativo más bajo, los recortes y ajustes que realiza la cartera de Educación porteña cada año, son usuales. Pero sus autoridades tienen un particular ahínco con la educación especial en cuanto a desabastecerla de recursos. Años atrás, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, comenzó su gestión con la idea de fusionar escuelas especiales de la Ciudad, cuando, pero en realidad, las 56 instituciones especializadas en la temática son insuficientes y tendrían que construir mayor cantidad de establecimientos escolares para personas con discapacidad.
Las indicaciones de las autoridades de la Ciudad indican que se espera un nuevo ajuste en Educación Especial y preocupa a miles de familias que temen por la continuidad educativa de sus hijos. Son las escuelas especiales del escalafón C, que incluyen la formación para niños, niñas, jóvenes y adultos con discapacidad intelectual, y que ofrecen formación laboral e integral. Esta vez el gobierno porteño decidió cortar la formación de todos los estudiantes a los 22 años de edad, violando la resolución 155 del Consejo Federal de Educación firmada en 2011. Paradójicamente, la Ciudad difundió la noticia en las vísperas de lo que fue la conmemoración del Día Mundial de la Discapacidad.
Son 13 escuelas especiales las que residen en CABA con formación laboral que sufrirán este ajuste presupuestario. Eliana Villar, mamá de un adolescente de 17 años que padece espectro autista, contó que su hijo estudia en la Escuela de Educación Especial N° 18 “Cecilia María Estrada de Cano”, desde los 15 años de edad y explicó que “las y los docentes de esta escuela realizan un trabajo muy personalizado con nuestros hijos, cada chico es diferente y necesita sus tiempos de aprendizaje. Esto lo entienden los docentes pero no lo comprenden las autoridades del gobierno porteño que quieren que un chico con discapacidad intelectual termine a los 22 años, cuando cada uno tiene sus tiempos de aprendizaje”.
En el proceso de aprendizaje, los estudiantes aprenden Cocina y Chocolatería; Artes combinadas, artesanías en cuero y Fotografía. Además tienen talleres de radio, mosaiquismo y cerámica; y varios más como huerta, velas, jabones, etc.
En tanto, Villar, dice que en el marco de la Ciudad “durante este 2021 ya les habían quitado el transporte escolar, un tema que obligó a abandonar los estudios de muchos chicos que no tienen otra forma de ir a la escuela, y también hubo recortes a los comedores”.
La situación repercutió dentro del ámbito docente y los gremios docentes, en este caso Ademys afirma que: “el gobierno porteño, enmarcado en normativas nacionales, intenta expulsar del sistema educativo a jóvenes y adultos mayores de 22 años de las escuelas de educación especial”, y agrega: “Con esta medida el estado no brinda espacios de formación permanente a aquellos/ as adultos a partir de los 22 años con discapacidad que precisan un ámbito de perfeccionamiento para incorporar nuevas competencias que les permitan desempeñarse en distintos ámbitos de la vida”.
Las autoridades de la cartera de Educación de Ciudad argumentan que la Resolución N° 155 del Consejo Federal de Educación en la que Ciudad se basa para realizar el ajuste, es contundente: En uno de los puntos del ítem 27 afirma que tanto los Ministerios de Educación Provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, junto al Ministerio Nacional a través de la Coordinación Nacional de Educación Especial, se comprometen de manera progresiva a “definir al corto plazo las transformaciones de las escuelas de educación especial de Formación Laboral en escuelas o centros de educación para adolescentes y jóvenes con discapacidad (franja etaria entre 12/14 años hasta 20/22 años)”.
Inmediatamente después en la misma resolución respecto a la “Educación Permanente para Adultos con Discapacidad”, señala que las jurisdicciones deberán “impulsar propuestas de formación permanente, a las cuales puedan acceder aquellos/as adultos, a partir de los 20/22 años con discapacidad innata o adquirida que hayan finalizado o no su escolarización formal y precisen un ámbito de perfeccionamiento para incorporar nuevas competencias que les permitan desempeñarse en distintos ámbitos de la vida (…) incluyendo criterios de certificación de los diversos trayectos educativos”, es definitiva, el gobierno porteño debe seguir garantizando la formación hasta después de los 22 años en la etapa adulta de los estudiantes con discapacidad.
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