La Feria del Libro Antiguo, un encuentro que concentra a bibliófilos, libreros y lectores en torno a destacados y antiquísimas piezas en soporte papel, tendrá su 12° edición desde el miércoles hasta el domingo próximo en el CCK, donde el público podrá recorrer muestras y adquirir libros inhallables, curiosidades y primeras ediciones.
Durante cinco días, se exhibirán y venderán libros antiguos. Como anticipa Lucio Aquilanti, presidente y organizador de la feria por la Asociación de Libreros Anticuarios de la Argentina (Alada), la ambigüedad del término antiguo acuña libros difíciles de hallar, exquisitos, únicos, con firmas de autores, manuscritos, primeras ediciones e incunables.
Un poco de todo ese abanico de rarezas se podrá encontrar en esta edición del encuentro, en el que además de libros, las librerías ofrecerán piezas en soporte papel tales como grabados, mapas, fotografías antiguas, cuadros y afiches. También habrá un stand de cómic con cuidadísimas selecciones.
Compartimos algunas de las piezas que se exhibirn en el stand de Librera Anticuaria Vctor Aizenman. Entre ellas un ejemplar de la revista mural Prisma que fundada por Jorge Luis Borges. pic.twitter.com/2tpkg9dtk3
Feria del Libro Antiguo de Buenos Aires (@feriaalada) October 23, 2018
El grueso del catálogo será ecléctico como la diversidad bibliófila que existe aunque, según anticipa Aquilanti, esta edición reunirá como principales géneros la historia y la literatura argentina; lo seguirán libros antiguos europeos relacionados con las crónicas en América y títulos de vanguardias artísticas y literarias del siglo XX.
Entre las obras llamativas, el público se encontrará con una primera edición de «Luna de enfrente» (1925), el segundo libro de poemas de Borges, firmado por el autor, con la portada ilustrada por su hermana Norah Borges e ilustraciones de la dibujante María Clemencia; y una primera edición del libro «Veinte poemas para ser leídos en el tranvía» de Oliverio Girondo, con ilustraciones del autor (1922).
Además, se verá el catálogo que acompañó la «Exposition Internationale de Surréalisme», la primera de ese movimiento celebrada en la Europa de posguerra, organizada por André Breton y Marcel Duchamp.
Y también un manuscrito colonial bonaerense que contiene una detallada información oficial sobre las contribuciones fiscales de estancias y pulperías de los partidos y pueblos de la campaña de Buenos Aires para el año 1797.
Tras doce ediciones, la Feria del Libro Antiguo se posicionó como una fecha más en el calendario cultural de la ciudad, «la gente lo pide, no solo el público sino las instituciones», sostiene el dueño de la librería Fernández Blanco & Aquilanti, y el mayor coleccionista argentino de la obra de Julio Cortázar.
«La feria -agrega Aquilanti- se ha colocado definitivamente en la agenda, para nuestro público y los amantes del libro sentimos que es una fiesta es esperada. Más allá de que es una feria, es un punto de encuentro de muchas personas en torno a un asunto que nos une».
De acuerdo al librero anticuario, la feria logró expandirse y abarcar nuevos públicos, más allá de los coleccionistas. «Mucha gente piensa que son libros más caros o que para tenerlos hay que ser especialista; la feria viene demostrando que no es necesario. Lo único que hay que sentir es placer por los libros, por las piezas», indica.
En este sentido, el organizador adelanta que no todos los libros para su venta estarán a precios imposibles para los bolsillos, dado que los lectores se encontrarán con primeras ediciones argentinas a precios económicos, que cuestan menos que una novedad actual.
La feria reunirá a un grupo representativo de libreros como Alberto Casares, Anticuaria «Poema 20», Aquilanti & Fernández Blanco, galería Mar Dulce, Helena de Buenos Aires, Hilario Arte, Letras y oficios, L. Figueroa, La Librería de Ávila, librería El Escondite, Libros La Teatral, Los Siete Pilares, Rayo Rojo, The Antique Book Shop, The Book Cellar & Henschel, Víctor Aizenman y Antiqvaria Durán.